Francisco Albarello: «Conocer la cultura digital de nuestros estudiantes es el primer paso para lograr su atención»
Francisco Albarello es doctor en Comunicación Social por la Universidad Austral, donde además es docente en la carrera de Comunicación. Sus clases se caracterizan por la gamificación y en esta entrevista nos cuenta sobre el valor que la “didáctica en vivo”, en palabras de Mariana Maggio, le brinda a los encuentros presenciales. Destaca cómo esta estrategia introduce una expectativa de interés y dota de una experiencia de disfrute al grupo y al docente. Profundiza sobre el rol que la tecnología tiene en la gamificación, reflexiona sobre cómo mejoró su propia experiencia desde que lleva adelante diversas estrategias de gamificación y concluye sobre los desafíos que conlleva esta transformación educativa.
¿Cuál es el valor que la gamificación le otorga a la presencialidad?
“¿Vale la pena presenciar una clase?”, se pregunta y responde Francisco Albarello y cuenta cómo esto lo interpela desde siempre y fundamentalmente después de la pandemia. Su respuesta la comparte citando palabras de Mariana Maggio sobre cómo lograr que la presencialidad sea un hecho irrepetible.
Albarello destaca el disfrute como una propuesta didáctica y se propone recuperar el clima participativo de la clase a través de la gamificación. El aprendizaje basado en juegos, dirá, que inserta el interés y lo demuestra con una pregunta que se repite en sus aulas: “¿qué vamos a hacer hoy, profe?”.
¿Qué rol cumple la tecnología en la gamificación?
A través de algunos ejemplos, Albarello rescata lo colaborativo y lo participativo que logra la tecnología, además de la apropiación.
¿Qué le aporta la gamificación como docente?
Sobre sus experiencias, no duda Albarello de que vale la pena hacer el esfuerzo, gracias a lo que la gamificación le aporta como docente: un lugar para estar siempre haciendo cosas distintas y una oportunidad para salir del tedio de la repetición.
¿Cuál es el mayor desafío en la gamificación?
El experto en gamificación responde con mucho criterio sobre los desafíos y habla de la necesidad de estar estar disponibles para acercar nuestras disciplinas a la cultura juvenil.